jueves, 2 de agosto de 2018

Psicología aplicada







Hace algunos años y al terminar Bachillerato cambié mi propósito de estudiar Medicina por entrar en Psicología. Me interesó mucho más trascender la barrera de lo mecánico y adentrarme en las profundidades del ser. Entrar en  contacto con esa otra realidad que subyace más allá de la mecánica y la Biología, incluido lo relativo a las cuestiones existenciales y la búsqueda de sentido.

A menudo escucho comentarios de que la psicología no sirve para mucho, o afirmaciones que expresan su escepticismo con respecto a su eficacia, olvidando con ello que nuestra experiencia de vida y las decisiones que tomamos dependen en un gran porcentaje de nuestro estado psicológico.
Las muestras de agradecimiento son un reconocimiento al éxito de un trabajo en común. 
Hoy, he recibido este mensaje que, una vez más, me recuerda el valor de la psicología aplicada y la evidencia de que con intención podemos cambiar nuestro estado de ser y actualizarnos desde el despertar de nuestras potencialidades inherentes. 
Con permiso del emisor y mucho cariño, la comparto sin pretensión alguna y como un bonito ejemplo de superación personal y continuidad desde la libertad de ser (he eliminado los nombres para preservar la privacidad).

Gracias a ti, XXXX


Mensaje:


Si existen las gracias más enormes del mundo esas son las que yo te debo dar.


Hola Emma, empezaré dándote esas gigantescas gracias que debería haberte dado hace muchísimo tiempo, que me gustaría darte algún día en persona y que hasta ahora no lo he hecho por vergüenza y el tiempo que ha pasado desde que debería habértelas dado ha ido haciendo crecer esa vergüenza.


Nunca me he olvidado de a quien debo muchas cosas que he vivido.


Hace unos 18 años todos los astros se alinearon a mi favor y permitieron que nos cruzáramos para uno de esos propósitos mágicos que no olvido ni olvidaré, resucitar a un muerto andante.


En este caso el muerto era yo y tú la parte más importante de que resucitara.


No solo me curaste si no que también aprendí muchísimo y desde hace 18 años muchas de esas herramientas que me diste para rescatarme me han seguido y siguen siendo de gran utilidad en mi vida.


Me recuperé y me hice mucho más fuerte, algo que me ha permitido siempre decidir mis caminos, exprimir el tiempo viviendo intensamente y conseguir todos mis propósitos sin pretender llegar a la Luna andando y respetando al resto.


Lo que entiendo por Libertad, palabra mayor. 


No sé si podrás acordarte de mi, supongo que soy uno más de esos casos imposibles que has solucionado porque estoy firmemente convencido de que deben haber habido muchos más rescatados.



Soy XXXX, cuando nos conocimos yo estaba enfermo, tenía una terrible adición a la cocaína y pensaba que jamás podría dejarla. En aquellos entonces mi novia era XXXX, encantadora persona y otra suerte en mi vida, gracias a ella me puse en tus manos.


Pase un infierno como pocas mentes pueden llegar a imaginar pero regresé del otro lado de la línea de ese terrible más allá del que y tan y tan difícil es volver, más aún en el nivel que yo estaba de dependencia.


Nunca más probé la cocaína ni la eché de menos, todo lo contrario, los errores sirven para aprender. Siempre me he tomado esa superación como una medalla de un metal mucho más valioso que el oro y ese logro me ha ayudado en todo en la vida, una medalla de la vida que nunca habría conseguido sin el mejor equipo; tú, XXXX, el psiquiatra Claudi Udina y por supuesto mi amado perro Boher (que en paz descansen los dos).


Porque te escribo esto? Porque es lo mínimo que, aunque tarde, puedo hacer por lo que hiciste. Hacerte saber que hay alguien más en el mundo que sigue respirando y es feliz por que tú estuviste ahí para ayudarlo cuando más lo necesitaba y cuando estuvo en el fondo de los fondos, un fondo tan oscuro que el color negro en comparación es demasiado blanco.


Ahora estoy trabajando y viviendo en China pero algún día me gustaría mirarte a los ojos y darte las gracias de todo corazón.


Me alegro enormemente de ver esa misma mirada de una buena persona que tanto bien me hizo y de poder seguir aprendiendo leyéndote en LinkedIn.

Un beso enorme

XXXX

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