domingo, 12 de agosto de 2018





Atrapados en lo convencional

Hoy, leía un artículo sobre el peligro de la “proliferación” -así lo expresaba el autor- de corrientes seudo-espirituales que sólo contribuyen a la confusión, el desconcierto y la desorientación espiritual, además de apartarte de la autentica y verdadera religión. Entre las prácticas apuntadas incluían el yoga, la meditación trascendental, el Taichí y el Reiki.

-¿En serio?- Me he pregunto a mí misma.
El título del artículo era “No te confundas”.
-¿No te confundas?-
-¿Verdadera Religión?-
¿Cuál de ellas exactamente, la que más voces tiene, la que grita más alto y más fuerte?

Si admitimos que las religiones principales en el mundo son cinco (Cristianismo, Islam, Hinduismo, Budismo y religión tradicional china y taoísmo) ¿por cuál de ellas me inclino? Y ¿Quién soy yo para debatirme entre una y otra; para acogerme a un credo y negar la veracidad del otro, desde mi propio condicionamiento ? Sobre todo, cuando sabes que el Espíritu es “Uno” y que, precisamente, todas y cada una de las religiones coinciden en este hecho.

Estamos destinados a evolucionar como seres extraordinarios y completos pero mientras sigamos atrapados en lo convencional (religión convencional, medicina convencional, educación convencional, relaciones convencionales) el avance se frenará.

Lo conocido está en proceso de agotamiento y urge que la ciencia nos aproxime a otras formas de saber, sanar y vivir más acorde a nuestra naturaleza excepcional y se abra a la realidad de lo intangible y los estudios superiores de la conciencia. Sin necesidad de rechazar de manera radical aquello que todavía no conoce y dándole una oportunidad a lo nuevo y creativo .
No todo lo que escapa a la lógica y la razón, es ilógico e irracional.

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