Hace unos días, me pasaron las predicciones de Baba Vanga,
una vidente considerada la Nostradamus de los Balcanes. Aunque no suelo prestar atención a estos
asuntos de la videncia, tengo que reconocer que estas me parecieron interesantes.
Para el 2017, Baba
Vanga predice la invasión de Europa por los extremistas musulmanes. Para el
2018, la ascensión de china como primera potencia mundial, Para el 2046,
cualquier órgano podrá ser producido en masa.
Y otras muchas predicciones que acaban en el año 5079. Pero la predicción que me ha llamado más la atención y
que ha sido motivo para este post es la referida al año 4308 donde predice que el hombre aprende a
utilizar más del 34% de sus cerebros y pierde por completo cualquier noción de
malicia u odio. Predicción previamente apoyada por la del año 3874 donde anuncia
la organización de una nueva religión apoyada en la ciencia.
Año 3874 “Se organiza
una nueva religión amparada en la ciencia”.
Año 4308. “El
hombre utiliza el 34% de su cerebro.
Desaparece cualquier noción de malicia u odio”.
Para la primera, faltan 1.858 años y para la segunda, 2.292 años.
Relativamente poco tiempo si tenemos en cuenta los cambios experimentados por el ser humano a lo largo de la evolución. Desde la
prehistoria (hace 500 millones de años) y el homo sapiens actual (unos 130.000
años), pasando por algunos homo sapiens
sapiens recientes (5.000 años) y hasta alcanzar lo qué, para mí, sería el homo, más desarrollado, el "homo conscious" y al que supongo hace referencia Baba Vanga para su predicción
del 4308.
Aun así ¿podemos
adelantarnos? -“Estoy convencida de ello”-.
Está claro que
la religión ha `perdido su papel moderador del espíritu y que estamos muy lejos
de estar preparados para asumirla y reconocerla como disciplina solo apta para inteligentes. De momento, somos muy pero que muy tontos,
defendiendo un credo partidista y separador. Que decepción para aquellos que
desde la conciencia superior y considerados profetas (Krishna, Abraham, Moisés,
Zoroastro, Buda, Jesús, Mahoma) se acercaron para sembrar en nosotros” la
inteligencia”.
Todos los “ismos” de nuestro tiempo (racismo, fanatismo, fundamentalismo, sexismo, machismo, clasismo) nacen de la estupidez humana y, a día de hoy, observo que seguimos igual de tontos.
Todos los “ismos” de nuestro tiempo (racismo, fanatismo, fundamentalismo, sexismo, machismo, clasismo) nacen de la estupidez humana y, a día de hoy, observo que seguimos igual de tontos.
Por otro lado, no tengo ninguna duda de que la ciencia tiene
que tomar el relevo de la religión y enseñarnos, previamente, a como usar nuestro
cerebro si lo que queremos, verdaderamente, es convertirnos en seres humanos “Espirituales y Conscientes”.
De ahí el importante papel que, en la actualidad, están tomando el Neuroliderazgo y el uso de las neurociencias para la
comprensión y la mejora de nuestra conducta.
Al fin y al cabo es a lo que nos referimos cuando se afirma que sólo
usamos el 10% de nuestra capacidad cerebral. La mayoría de nuestras decisiones
suelen ser más emocionales e inconscientes ( o tontas, por decirlo de otra
manera) que inteligentes y conscientes.
Elegir llevar una vida inconsciente (mecánica, automática,
pre-programada) apoyada en el miedo, o elegir llevar una vida consciente apoyada en la libertad de ser
tiene que convertirse en la decisión más importante de tu vida.
Y ello implica la voluntad de querer construir una vida consciente. Ocupada en crear una sociedad
consciente, en generar relaciones conscientes, en instituir familias conscientes, en fundar organizaciones y empresas
conscientes, en establecer una política
consciente, en asumir un liderazgo
consciente, en realizar sexo consciente, en proponer una economía consciente, en desarrollar una medicina consciente, en promover una salud consciente, en practicar deporte consciente, en llevar
una alimentación consciente y un largo etcétera de comportamientos
conscientes que alejados de la inconsciencia nos harán cada vez más listos. La
consciencia llevada a todas los aspectos de la vida (Familia, amigos, ocio,
sexo, salud, dinero, trabajo, desarrollo personal). Lo contrario es simplemente
tonto.
Tú decides.
Inteligente o tonto
Consciente o Inconsciente
Intuitivo o Instintivo
Reactivo o contemplativo
Creador o destructor
Miedo o amor
Cielo o Infierno
Y una vez más, ¿donde está la clave? En tu cerebro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario