lunes, 30 de julio de 2018



Neurociencias y Religión, una urgente necesidad.

Hoy he leído en la prensa un titular que decía:

“Kin Rajel” (Se un hombre) y tapa a tus mujeres”.

¿Indignación? No sería la palabra
¿Disgusto? No sería la palabra
¿Irritación? No sería la palabra.
¿Vergüenza? No sería la palabra.
¿Miedo? Tampoco sería la palabra

La palabra exacta sería “compasión”.

Compasión ante la ignorancia manifestada.
Compasión ante la ausencia de una conciencia evolucionada a la categoría de humana.
Compasión por el estancamiento en los niveles más bajos de discernimiento, si es que alguna vez hubo eso que llamamos discernir.
Compasión por lo que de uno mismo se percibe con tal obligación desajustada y antigua.
Compasión por apartarse de las verdades y principios universales que trascienden las exposiciones literales condicionadas a lo que fue.

El problema no lo tienen las mujeres, el problema lo tienes tú, ser inconsciente.
Lo tiene tu mirada obscena que ve indecencia e impudor dónde hay inocencia y sencillez.
Lo ve tu percepción sesgada que ve carne y lascivia donde hay belleza y perfección.
Lo ve tu apreciación mutilada que ve desigualdad y separación donde hay igualdad y unión.

La religión, como cualquier otra disciplina dirigida a impulsar la perfección, evoluciona en su papel moderador del Espíritu al compás de la propia evolución. 
El pecado, palabra que significa “errar” no nace de la mujer y su apariencia sino de tu propia inclinación a pecar, ser inconsciente.

Actualízate. 

Abre tus ojos. Amplia tu mirada
Abre tu mente. Amplia tu discernimiento
Abre tu corazón. Amplia tu amor
Libérate del miedo. Eleva tu alma.


No hay comentarios:

Publicar un comentario